La otra vez estuve oyendo a RPP en la radio y sonó la
propaganda que dicho programa hace a su bloque de ventana económica. Escuche esto: “Aprenda a manejar su economía
de una forma sencilla y eficiente. Aprenda a gastar su dinero con sustento y no
en cosas que solo adquiere para creerse frente a los demás”. Este mensaje,
aunque parezca carente de relevancia, me pareció que en buena cuenta resumía lo
que muchos peruanos tienden a hacer a la hora de consumir un bien x. ¿Qué tan
presente está en nuestra sociedad
peruana la cultura del consumismo, aquella corriente que promueve la
adquisición de bienes y servicios con el objetivo de generar un estatus social
mayor?
Tenemos hoy en día,
como consecuencia de la globalización y además del boom del sector retail
(supermercados, malls, plazas, etc), amplia presencia de empresas dedicadas al
sano oficia de las ventas de comida rápida, ropa de marca importada, artefactos
electrónicos lujosos, etc. En términos más sencillos, de bienes de segunda
necesidad. Pónganse a pensar solo un momento, ¿Cuánto de nuestros gastos
corresponden a la adquisición de los bienes que acabo de mencionar y qué tan
necesarios son en nuestra vida? Y peor aún, ¿Están a nuestro alcance, dadas
nuestras limitaciones económicas? Y, si no lo están ¿nos esforzamos por conseguirlos
o por el contrario, decidimos comprarnos ropa de menos “calidad” o que no sea
de marca o un TV ya no de 50 pulgadas si no de 35? Qué tan presente está el “qué
diran” a la hora de tomar nuestras decisiones con respecto al consumo y qué tan
conscientes somos acerca de nuestra capacidad para poder afrontar dichos gastos
son dos preguntas que valdría la pena tomar en cuenta hoy en día entre los
peruanos.
Hace unos meses leí a
un sociólogo contemporáneo que se había sumergido en el estudio de estos temas por varios años. Zygmunt Bauman
decía que para escalar entre las clases sociales, llámense alta, media y baja,
los sujetos de clase baja (obreros en su mayoría) en la actualidad ya no buscaban
tanto un mejor ingreso sino que optaban por adquirir cosas que les hacían
parecer más a un hombre de clase alta o media y que ponían todos sus esfuerzos
para conseguirlas y que, inclusive dejaban de lado el tiempo dedicado a su
familia para trabajar más horas con tal de poder llegar a esa meta más rápido.
Es sin duda, lo que pasa en el Perú pues ahora tener un TV LED de 50”, un Home, consumir en Fridays (Y no un pollo a la brasa en Rocky’s),
consumir sushi (Y no un cebiche en una cebicheria común y corriente en Lima),
comprar ropa Billabong y no Gotcha, etc. muy aparte de que mucha gente sepa que
no puede afrontar dichos gastos, han pasado a ser desiciones de primer plano
entre los agentes económicos para escalar en las clases sociales. Así nos
alienamos pensando que ya nos estamos “posicionando” mejor si consumimos dichos
productos.
P.L
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