Últimamente, no puede pasar mucho
tiempo sin que se sienta un pequeño remezón en el día, noche o madrugada, y
aunque a ciencia cierta no se pueda determinar es como si la naturaleza nos
hiciera recordar que estamos en un país de gran riesgo sísmico. Esto sumado a
la poca preparación que tienen muchas ciudades incluyendo a la capital de
soportar un sismo de gran magnitud.
¿Cuántos de nosotros realmente
tomamos medidas preventivas en nuestras casas, trabajos, etc...? ; ¿tiene acaso
en su casa una pequeña maleta con las cosas necesarias en caso de un terremoto?,
creo que se tendrían que tener cosas como linternas, frazadas, alimentos no
perecibles: tipo atún, enlatados, entre otras cosas que la verdad son de suma importancia.
También cuando no está en su
casa, que por cuestiones de trabajo o estudio es la mayoría de su tiempo para
algunas personas. Se da los 5 segundos de ver cuales serian sus rutas de escape
o por donde podría salir en caso suceda lo peor. Muchas edificaciones que por
problemas de la masiva inmigración a las ciudades no están del todo bien
“construidas”, son un enorme peligro no solo para la gente que se encuentra en
su interior sino también para la gente que se encuentra cerca de estas, dado te
pueden caer a la cabeza tejas, calaminas, que son unas de las cosas que mas
rápidos se desprenden de las edificaciones antiguas cuando ocurre un sismo.
Siempre estas cosas de la
prevención vienen de la mano cuando empiezan a ocurrir estos pequeños sismos, o
cuando la gente se acuerda de que hubo un terremoto hace unos años. Pero estas cuestiones
deben estar siempre presentes y la gente debe tener en cuenta de que estamos en
una zona sísmica, y que por lo tanto la prevención debe ser en todo momento.
Pero bueno, la gente solo aprende
a la fuerza y esperemos que no ocurra una desgracia; y si la hay, que las
victimas no sean en vano y se tomen medidas más serias de mentalizar a la
población a que tome medidas preventivas ante una eventual catástrofe.
J.N
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